LA GUÍA DEFINITIVA SOBRE CASAS PASIVAS O PASSIVHAUS.
No te extrañará si en este post te hablamos sobre sostenibilidad y eficiencia energética. En varias ocasiones hemos comentado este tema y es que se trata de una de las tendencias en arquitectura y construcción a partir de ahora. Y si es la primera vez que escuchas hablar sobre ello, date prisa porque atender con respeto y ayudar a mejorar el medioambiente es un factor muy importante que nos concierne a todos.
En Lobo Studio es algo en lo que creemos completamente y por eso, nos gusta implicarnos en proyectos de arquitectura en los que se tengan en cuenta estos factores.
Si existe un sistema constructivo innovador y eficiente respecto al ahorro energético eso es el passivhaus o casa pasiva.
Puede que este concepto te resulte familiar, ya que muchas constructoras y arquitectos ya lo implementan en sus trabajos o, incluso, se especializan en ello. Pero, si por el contrario, es algo que te desconocen, no te preocupes.
Aquí estamos tu equipo de wolfers para que descubras todo: en qué consiste una casa pasiva, por qué debes decantar por ella, cual es funcionamiento y muchas otras curiosidades y motivos que harán que las casas pasivas o passivhaus sean una prioridad o un nuevo objetivo.
¿Qué son las casas pasivas o passivhaus?
Una casa passiva o passivhaus consiste en una edificación sostenible y eficiente y que tiene como finalidad reducir el consumo energético a través de estrategias de diseño establecidas.
Así pues, la eficiencia energética es la base de su sistema constructivo, llegando a reducir su consumo un 90% respecto a una vivienda convencional. Para ello se deben tener en cuenta las condiciones climáticas así como las geográficas del lugar, es decir, considerar una orientación óptima, captar y proteger el edificio o vivienda de radiación solar.
Aunque es un término que se encuentra a la orden del día, las passivhaus o casas pasivas empezaron a diseñarse en la década de los 70, creando espacios saludables y más cómodas para el ser humanos sin necesidad de utilizar fuentes de energía externas para aclimatar la vivienda.
Si te decantas por diseñar espacios pasivos, es fundamental que tengas conocimiento de técnicas de arquitectura bioclimática.
¿Cuáles son los beneficios de una las casas pasivas / passivhaus?
Lo primero es que una casa pasiva consigue aportar bienestar al medioambiente y respetarlo como se merece. Existen una gran cantidad de beneficios que aportan las casas pasivas, no solo al edificio, sino también a la salud del habitante.
Principalmente porque la ventilación adecuada y, por lo tanto, hacer que el espacio se mantenga limpio y libre de partículas hace que el aire del interior sea natural, de calidad y mucho más saludable que las casas habituales. Y ya sabes eso que dicen que la buena salud mejora el ánimo. Así que una casa sana, unos habitantes felices.
En las viviendas convencionales a veces se pueden encontrar humedades, moho y hongos que aparecen debido a los materiales y aislamientos que se utilizan, pero en el caso de las passivhaus es un factor que se puede prevenir.
De igual manera, el uso de materiales ecológicos y sostenibles y el proceso de construcción que se emplea permite que se reduzca drásticamente la pérdida de calor.
Es decir, las viviendas pasivas se calientan con la luz solar y apenas requieren calefacción. Este hecho, además de mantener el espacio con una temperatura homogénea y agradable, hace que se disminuya el consumo de energía hasta un 80%, lo cual también se ve reflejado en la factura energética, ya que en nuestro país nos podemos ahorrar más de la mitad de dinero gracias a las casas pasivas.
Lo mismo que ocurre con la climatización del edificio, pasa con el aislamiento acústico. El hermetismo de las casas pasivas en mucho más elevado que una casa convencional. Así que podemos mantener la vivienda aislada de los ruidos exteriores y ayudar al confort y el descanso de sus usuarios.
Como consecuencia de sus sistemas de climatización y la pureza de sus instalaciones, las casas pasivas son libres de polvo, permite tener plantas más sanas gracias al aire limpio, no es necesario la instalación de aire acondicionado ya que su sistema de ventilación no se pasa calor y, además, el hecho de utilizar grandes ventanales acristalados hace que se disfrute más la luz natural y las vistas.
¿Cómo ahorra energía una casa pasiva?
Tal vez, estás empezando a descubrir las casas pasivas y te esté entrando el gusanillo por conocer más. Y puede que te preguntes cómo funciona una passivhaus.
Pues bien, los edificios o casas pasivas consiguen reducir notoriamente las necesidades de climatización, tanto de frio como de el calor, de la vivienda y tan solo utilizan una mínima parte suplementaria de energía que se obtiene de energías renovables.
Se implanta un sistema estandarizado que consiste en introducir en el espacio el aire fresco del exterior para una óptima ventilación y refrigeración. De igual manera, recoge el aire del interior para expulsarlo al exterior para limpiar.
Respecto al calentamiento, ya hemos mencionado que los edificios passivhaus utilizan la luz solar para mantener una temperatura adecuada. En invierno el sol se sitúa más bajo y, por lo tanto, permite recibir luz y calor de forma más directa. En cambio, cuanto más arriba está el sol, como en verano, se producen más sombras y menos sobrecalentamiento en el interior.
Este sistema estándar no consiste en utilizar materiales, acabados o diseños arquitectónicos específicos, sino optimar los recursos a través de técnicas que beneficien la sostenibilidad y la eficiencia de la vivienda, tanto en el proceso de construcción como el resto de vida.
¿Qué requisitos son necesarios para que un edificio o una casa sea passivaus?
Ya sabes que las casas pasivas deben reducir el consumo energético, pero no todo es válido. Para que un edificio o vivienda esté considerado passivhaus o pasiva es necesario que cumpla con 5 requisitos o principios básicos:
- Hermeticidad: en un edificio pasivo la envolvente debe estar lo más sellado posible. Se consigue en el proceso de construcción, al realizar las juntas, éstas se someten a una prueba de presión donde se comprueba que no existen infiltraciones ni corrientes de aire.
- Ausencia de puentes térmicos: los puentes térmicos se originan entre las juntas de los materiales, ejes o esquinas cuando se produce una rotura de continuidad provocando pérdidas de calor. En las casas pasivas se usan materiales con mayor resistencia térmica, no se interrumpen las capas aislantes y se protegen las juntas para no provocar roturas y así eliminar los puentes térmicos.
- Ventanas y puertas de calidad: ya debes saber que en las casas convencionales, las ventanas y puertas con una fuente de entrada y salida de aire, aunque se encuentren cerradas. En el caso de las passivhaus, se debe tener muy en cuenta los materiales, el diseño y la colocación de puertas y ventanas. La carpintería debe ser de baja transmisión térmica y de doble cristal relleno de gas inerte, el cual refleja el calor al interior y mantiene la temperatura adecuada según la estación del año.
- Aislamiento térmico: los elementos estructurales, como muros, paredes o techos, deben ser de primera calidad. Eso significa reducir el consumo energético hasta un 30% y preservar el calor en invierno y disminuirlo en verano. Para ello, el grosor debe del aislante térmico debe ser de entre 15 a 20 centímetros dependiendo de la zona de construcción.
- Sistema de Ventilación mecánico: las casas pasivas, como hemos mencionado antes, deben distribuir el aire de forma que distribuya el aire fresco en el interior. Se utiliza un sistema natural cruzado para recuperar el calor que se genera por las personas y los electrodomésticos y así, prescindir de sistemas de refrigeración y mejorar la salud.
¿Qué precio tienen las casas pasivas?
Por último, no queremos dejar uno de los factores que más preocupa al cliente o propietario cuando adquiere una vivienda. ¿Es más cara una casa pasiva que una convencional? La respuesta es sí y no. Nos explicamos.
A la hora de calcular el coste de una vivienda debemos tener en cuenta tanto precio de construcción, pero también los gastos de mantenimiento que nos genera a largo plazo. Y en este caso es un factor muy importante a destacar.
El precio de obra es más caro que una vivienda habitual. Aproximadamente, una casa pasiva puede tener un coste superior entre el 5% y el 10%, donde se añade el incremento de aislamiento, estanqueidad, sistema de ventilación y prestaciones de carpintería.
Esto supone que una vivienda pasiva cuesta entre 1000€ y 1200€ el metro cuadrado más el coste adicional de homologación que la empresa constructora debe certificar.
Pero, por otro lado, también debemos tener en cuenta que supone este gasto inicial en un futuro. Y esto se reduce a ahorro energético y, por lo tanto, ahorra económico. Es decir, las facturas y el precio de mantenimiento de la passivhaus es mucho inferior.
Durante un año podemos ver reducir el coste energético a un 35%, lo que supone un rentabilizar el sobrecoste de construcción entre 5 y 9 años.
Como hemos visto, los edificios y casas pasivas requieren de un diseño de calidad, cuidar los detalles y hacer una buena práctica de las técnicas de arquitectura y construcción para ahorrar el consumo energético y, como consecuencia, mejorar el mundo.
No cabe duda que las passivhaus están de moda, pero esta moda ha llegado para quedarse. Nuestra recomendación es adelantarnos al momentos, ¿por qué seguir diseñando y construyendo viviendas habituales si podemos ser más eficientes y sostenibles?
Esto además nos puede favorecer en un futuro, ahorrándonos además tiempo y dinero, ya que si, hoy en día, existen normas establecidas respectos a las casas pasivas, todo indica que con el tiempo la normativa va a ser regulada para que todas las obras arquitectónicas cumplan estos requisitos.
Desde Lobo Studio optamos por una arquitectura sostenible y eficiente. ¿Y tú, te animas a enriquecer el medioambiente?
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